Con orgullo podemos afirmar que somos la primera entidad creada específicamente para atender a las necesidades del personal penitenciario.
El devenir de nuestra cooperativa está enraizado con el del Servicio Penitenciario Federal desde hace cinco décadas; lo que se evidencia en el reconocimiento de la importancia de su labor por parte del SPF, quien ha hecho público el desarrollo de su fecunda actividad en los Boletines Públicos Penitenciarios.
Nuestras acciones se han basado en los principios del cooperativismo: autoayuda, autorresponsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad; desarrollados en el marco de férreos valores éticos de honestidad, transparencia, actitud receptiva, responsabilidad social y respeto hacia los demás.
En 1974 y bajo la entonces denominación de COVIPEN (COOPERATIVA LIMITADA DE VIVIENDAS PARA EL PERSONAL DEL SERVICIO PENITENCIARIO FEDERAL), se gestionan terrenos en la Capital Federal y Gran Buenos Aires al igual que créditos adecuados ante diversos organismos para encarar la construcción de edificios de departamentos para los asociados.
Integran la Comisión directiva prestigiosos penitenciarios, entre los que podemos destacar como Presidente al Inspector General (R) D. Lázaro Ayerbe, como Vicepresidente al entonces Alcaide Mayor D. Antonio Regueira, y como Síndico Dr. Rodolfo José Lafalce Alma, entre otros. (Boletín Público Penitenciario N° 953) Se desarrollan gestiones ante el Banco Hipotecario Nacional para la construcción de cien viviendas en el Gran Buenos Aires y la adquisición de sesenta departamentos en Capital Federal. (Boletín Público Penitenciario N° 980).
El 29 de agosto de 1977, ante el éxito de haber logrado sus objetivos y a los fines de extender sus beneficios para los asociados, brindando nuevos servicios se constituye con la denominación COPEN (COOPERATIVA DE CONSUMO, CREDITO, VIVIENDA, TURISMO Y SERVICIOS SOCIALES DEL PERSONAL DEL SERVICIO PENITENCIARIO FEDERAL).
En 1979, en el, se inauguran de las instalaciones del Copen, con la apertura de un moderno supermercado que funcionaba en la calle Roberto Yrurtia 6030 de esta Capital Federal, acto formal con la presencia del entonces Director Nacional Coronel (R) Jorge Antonio Dotti y otras autoridades. (Boletín Público Penitenciario N° 1301) Fue incesante la actividad para brindar a los asociados productos alimentarios, vestimenta, calzado, librería, electrodomésticos, relojería y joyería entre otros; a través de concesionarios seleccionados para llegar al personal de todas las unidades del país, además de comprar nuevas instalaciones para el supermercado. (Boletín Público N° 1424).
En 1982 queda conformado un verdadero Complejo Copen, destacando la adquisición de un local en la Calle Alberto Williams 6043, parte posterior del supermercado, con lo que se conformó un verdadero Complejo Copen con un porcentaje propio de alrededor del 70% de la manzana, habiéndose incrementado en lo comercial hasta un 500% de las ventas realizadas a través de un sistema de chequeras.
Asimismo, se firmó un Convenio con el Ministerio de Justicia a través de su obra social, para que todos los agentes de este puedan gozar de los beneficios del Copen, lo que incrementara la actividad comercial con mejores precios.
Se destaca la donación de libros, de bandera nacional, como colaboración a Unidades Penitenciarias. (Boletín Público Penitenciario N° 1466).
En 1983, se adquiere un local en la calle Carlos Pellegrini 6010 con teléfono y baño lindero al Salón de Rogelio Yrurtia 6030; con ello se cubrió el primer objetivo que era poner a disposición de los asociados toda la cobertura de consumo, desde despensa, carnicería, fiambrería, verdulería, lácteos, ropa de hombre, de mujer y de niño, ropa de deportes, zapatería, artículos eléctricos para el hogar de todas las líneas, marroquinería, ropa de cuero, blanco y mantelería, librería, juguetería, relojería, lencería, zapatillería, seguros, mueblería, etc. Todo ello conforma el Complejo Copen Saavedra. (Boletín Público Penitenciario N° 1539)
Para el próximo ejercicio se prevé la apertura de locales en Ezeiza y en Once, a efectos de cubrir en forma más amplia con el primer rubro de nuestra cooperativa, consumo.
En cuanto al rubro créditos se logró un contrato con el Banco San Miguel con Casa Matriz en Sarmiento 670. Donaciones para la remodelación de la Sala de Profesores y dependencias de la Escuela Penitenciaria de la Nación, y donaciones para la Escuela de Personal Subalterno, y el entonces Liceo Penitenciario.
También se realizan donaciones a escuelas de pocos recursos de la zona y con la Parroquia San Juan el Precursor y el Padre José María Lombardero.
Durante los años posteriores se prosiguió brindando esta amalgama de servicios a nuestros asociados, alcanzando un prestigio por su trayectoria, responsabilidad, integridad, valores y actitud de servicio que trascienden al presente.
Producto de las crisis e inestabilidades económicas que enmarcaron la década del noventa, y los comienzos de este siglo, lamentablemente no se pudo mantener la competitividad, imposibilitándose nuestra meta de brindar productos de primera calidad al mejor precio y financiación; conforme lo cual se tuvo lamentablemente disponer el cierre del complejo copen y de la cadena de distribución de sus productos al personal en las unidades.
En ese orden y frente a la severa crisis económica, que dejo el año 2001, se concentró la actividad en brindar la mejor financiación, con uno de los intereses más bajos al personal, que tenía que recurrir a este auxilio para atender a sus necesidades, y en su caso a los endeudamientos en los que lamentablemente debieron incurrir por múltiples motivos (familiares, de salud, vivienda, entre otros).
Es aquí que debemos destacar que en nuestro ideario está el de atender y brindar beneficios a nuestros asociados; por lo que como política de gestión ante la imposibilidad de pagar alguna cuota, siempre se atendió a las necesidades de los mismos, buscando y encontrando soluciones, sin haber realizado nunca intimaciones ni trámites judiciales para cobrar, ni embargos, ni se cobraron intereses punitorios, pues siempre estuvimos y estamos del lado del asociado en la ayuda, apoyo y contención, sobre todo cuando atraviesa momentos difíciles.
Continuamos con la labor solidaria que se viene desarrollando, brindando asistencia y servicios al personal en actividad y retiro, a sus familias, en pos de su bienestar.
Nos hallamos concretando planes, proyectos y programas para cubrir las múltiples necesidades de los asociados en materia económica, cultural, turística, de asistencia en medicamentos y diversos servicios.
Proseguimos con nuestro compromiso hacia el Servicio Penitenciario Federal, continuando en el tiempo con colaboraciones en materia de bienes y servicios brindados ante diversas situaciones y problemáticas complejas; como cuando hemos brindado nuestras instalaciones de la Ciudad de Ezeiza durante años para que allí funcionen delegaciones de la Dirección de Retiros y Pensiones o del Departamento de Bienestar sin cargo alguno para la Institución.
En ese orden, este breve raconto, permite aseverar sin lugar a dudas que los únicos beneficiarios de todos los esfuerzos y realizaciones son los asociados, los que nos impulsan día a día a brindarles mejores servicios, en pos de un bienestar cada vez mayor.